La radiofrecuencia es una radiación electromagnética que se
encuentra entre la radiación infrarroja y las ondas largas. Su campo
terapéutico se sitúa en la Onda corta (40,68 MHZ) y su mecanismo de acción se
basa en la transformación de la energía electromagnética en energía calórica a
su paso por los tejidos.
La
radiofrecuencia de alta frecuencia concentra su energía en el tejido subcutáneo
graso. Esta mayor absorción de energía en el tejido graso se debe a su mayor
resistencia al paso de las ondas de alta frecuencia, que es diez veces más
resistente que la piel. La concentración de energía es directamente
proporcional a la impedancia o resistencia de los tejidos. La radiofrecuencia
de baja y media frecuencia concentra su energía a nivel subepidérmico.
Especial
Aparatologías. Existen muchas clases de radiofrecuencia, las más habituales son
la unipolar, bipolar y tripolar. Sus distintos grados de penetración en la piel
las hacen perfectas para distintos tratamientos. Conocer los efectos de cada
una nos permitirá elegirlas correctamente y optimizar los resultados.